Tú eres tu propia musa
- Irene Asiaín
- 16 mar 2015
- 3 Min. de lectura
La sociedad cada vez es más exigente con nuestra imagen, nos quieren hacer creer que las curvas tienen que esconderse u ocultarse hasta el punto en el que parecer un esqueleto sea el ideal de toda mujer, algo totalmente incierto. Fue a partir de los años 60 cuando esta idea comenzó a forjarse cada vez con más fuerza e intensidad entre las mujeres.

Nos creemos que hemos avanzado en el terreno de la moda pero lo único que hemos hecho es retroceder a los años 20 en los que lo bello era una figura aplanada, pareciendo así una eterna adolescente. Fue más adelante – en los años 40 y 50 – cuando mujeres como Rita Hayworth o Marilyn Monroe nos dieron una lección de lo que es la verdadera belleza o, al menos, de lo que es quererse a una misma.
Eran mujeres con curvas y no se avergonzaban de ello en absoluto. Es más, se sentían orgullosas de ser así, las aceptaron y aprendieron la mejor manera de vestirlas para destacarlas sin esconder nada nunca. Marilyn dijo una vez “Para todas las chicas que piensan que eres fea porque no eres talla cero, eres hermosa, la sociedad es la fea”.

Parece increíble pensar que mujeres tan sexys, guapas y llenas de personalidad – imitadas por miles de mujeres –, en la actualidad no serían contratadas por ser consideradas pasadas de peso. Es tremendamente horrible que el ideal de mujer que la moda ha impuesto sea el que muy pocas mujeres pueden alcanzar. De ahí que muchas chicas jóvenes desarrollen problemas alimenticios, en teoría para gustarse a sí mismas. Pero aquí encontramos un trasfondo y es que, vivimos en una época en la que se le da una gran importancia a la imagen y en la que constantemente necesitamos de la aprobación de los demás. ¿Realmente estamos bien con nosotras mismas o buscamos la aceptación de la gente que nos rodea?
Con este post tampoco queremos dar a entender que las chicas delgadas sean algo horrible, sino que cada una es como es y hay que aceptarse. Pero sí es cierto, que son un mayor número de mujeres las que tienen problemas consigo mismas - e incluso llegan a odiarse - por no llegar a parecerse a los cánones lucidos en las revistas o anuncios publicitarios.
La actriz Marilyn Monroe puede ser un ejemplo para todas las mujeres, sea cual sea la complexión de su cuerpo. Fue una mujer orgullosa de ser como era y sin miedo a enseñar nada. Lo importante no es la forma de nuestro cuerpo, sino cómo lo mostramos.

Con este post nos proponemos quitaros la venda que la sociedad nos ha colocado en los ojos prácticamente desde que tenemos uso de razón. Es cierto que tenemos que llevar una alimentación sana y hacer ejercicio – sin pasarse -, pero hay que hacerlo para tener salud y calidad de vida, no para adelgazar y así vernos y sentirnos bien. Esto último es un gran error y estaríais sucumbiendo a un mundo en el que la imagen está por encima de la personalidad, y un mundo así… no es mundo.
Así, queremos animaros a que llevéis una vida saludable pero, sobre todo, a que os queráis a vosotras mismas como a las que más, a que no dudéis en llevar un crop top si os gusta aunque tengáis tripita y, sobre todo, a que no olvidéis que la seguridad y confianza en vosotras mismas es lo que distingue a una mujer de ser simple imagen a ser pura personalidad.

Esperamos que os haya gustado el post y, como ya sabréis, siempre estamos encantados de que nos dejéis comentarios y opiniones. ¡No dudéis en compartirlo y feliz semana Fashionaholics!
Comments